martes, mayo 18, 2010

Limitados al acceso, presas de nuestros propios deseos.

La Escuela de Fráncfort arroja una máxima reflexión de crítica a la banalizada evolución de las masas, vía la democratización de la cultura. Siendo Adorno y Horkheimer, los encargados de constatar y fijar, en sus tratativas, que: el mercantilismo se apropia de esta nueva condición (El arte se hace industria y la cultura se convierte en comercio) para provocar aun más una dependencia de la población a los dictámenes del capital.
El resultado de lo que se evidenció en las observaciones de esta escuela y los dos sociólogos comentados, ya está con nosotros.  Entre una imposición fuertemente alineada con los deseos y frustraciones de una población limitada para el acceso, se ha articulado un concepto de bienestar si se está en sintonía con lo que se consume y absorbe. Tanto por el aprovechamiento de los productos y la internalización de ideas y conceptos culturales; nuestra capacidad de sabernos a nosotros mismos se desvanece en miles de espejos impuestos por el gran motor de la sociedad y su inevitable condición de enriquecimiento personal.
Faucault  nos sella el proceso de liberación de la evolución del esclavismo, vía el consumo moldeado por una subcultura, la cual valida la vida por el tener cosas, poseer objetos y tener conceptos que den estatus: 
Hemos de esculpir la propia co razón para lograr nuestra conforme dominación, enfrentarnos a la inmensa industria de los bienes y servicios que se han aliado con la cultura y están presionando por que los aceptemos y los hagamos parte de nuestra razón. Así, con una capacidad de auto esculpirnos, tendremos capacidad de liberarnos de la dominación que se ha venido avisando desde la Escuela de Fráncfort y los avisos de Adorno y Horkheimer.
fijate.cl

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