Está llegando H.

Entre Hadrones, Historia y Higgs.

Dentro de todas las cosas que uno puede saber del mundo que le tocó vivir, están las grandes empresas que nos entregan las pequeñas cosas para que nos dediquemos a ser individuos de esta era.

En un memento, Manuel Vargas me dijo que para él no existía mayor empresa que el fútbol. Yo le refuté aquello, diciéndole que la mayor empresa del planeta era la fe.

De todas las cosas que se me aparecieron para entender las interconexiones de una organización que produzca, provoque y fomente la empresa planetaria pensé en la industria de las armas o la de la comida. No obstante, tuve que estar frente al televisor viendo History (Historia para los españoles), para saber que el mayor emprendimiento humano no está en el espacio y tampoco abocado a superar la endémica situación financiera o epidemiológica.

En el viejo continente, existe un circuito subterráneo que sirve como un corredor en donde se realizan experimentos para lograr ver al Bosón de Higgs. En él se manifestaría una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza (interacción débil) provocada por Bosones (¿W y Z?), en donde el de Higgs (un cuanto) es capaz de crear la masa que tiene el Universo.

Esto último, el Acelerador de Hadrones ha condensado la mayor inversión que el mundo tenga conocimiento. Tanto científica como económica y temporal, el emprendimiento científico por encontrar la Partícula de Dios (así llamada por mis colegas que investigan e informan del área científica) le ha demandado a la humanidad recursos con los cuales no existe comparación.

Sepan más amigos “fecebuqueanos” y "bloggerianos" míos. Las tribulaciones cotidianas están a al orden del día, pero más allá de todo lo que nosotros podamos entender del mundo que constantemente se nos configura, está el dispositivo que ha superado todo lo que el hombre ha concebido, arrastrando economías de naciones, potencia de procesamiento y gnosis científica de la más colosal.

Atte.

Héctor

CIO ij